¿Oferta?, compró una casa y recibió algo más (Pt. 1 historia en desarrollo)
Comprar casa en Guadalajara no es fácil, pero cuando Daniel encontró una a un precio considerablemente bajo en una zona tranquila, no dudó en aprovechar la oportunidad. La vivienda, aunque antigua, estaba en buen estado y parecía haber sido olvidada por sus antiguos dueños. Parte del bueno precio se debía al mal estado en el que estaba la vivienda, y eso incluía la maleza del patrio trasero, donde encontró algo que pensaba haber comprado.
(Por razones de seguridad, el nombre y la ubicación exacta del lugar han sido omitidos para proteger la identidad del propietario.)
Los ruidos en la noche
Las primeras semanas transcurrieron con normalidad, hasta que ruidos extraños comenzaron a manifestarse por las noches. Al principio, Daniel los atribuía a la estructura de la casa, pero algo le resultaba inquietante. Eran sonidos como pasos suaves, muebles moviéndose y, en algunas ocasiones, un murmullo lejano. Decidió ignorarlo, convencido de que los muebles o los cimientos de la casa crujían de viejos.
Una semana después, mientras retiraba ramas secas y escombros en el jardín trasero, encontró algo que lo dejó helado: una puerta de madera oculta detrás de la maleza. Nunca antes la había visto. El acceso era de menos de un metro de alto, La cerradura estaba oxidada, pero al empujar, la puerta cedió con un quejido prolongado. Al abrirla, Daniel describe un olor a libros viejos, humedad y a un perfume que aún no logra describir.
El pequeño cuarto estaba oscuro y lleno de objetos cubiertos de polvo. En las esquinas había muebles antiguos, documentos amontonados y una silla en el centro, como si alguien hubiera estado allí no hacía mucho tiempo. Lo más inquietante era un colchón viejo en un rincón, con marcas de uso reciente.
Sucede que el cuarto excede una parte del terreno contiguo, que también está abandonado, razón por la que no había registro de él ni en las escrituras ni en fotografías.

Alguien estuvo aquí
Daniel sintió un escalofrío recorrerle la espalda. La sensación de que no estaba solo lo invadió de inmediato. Revisó el lugar con cautela y encontró una taza con residuos de café seco y un par de zapatos gastados bajo la mesa. Alguien, en algún momento, disfrutó ese lugar.
No quiso arriesgarse a explorar más. El lugar podía ser peligroso, con la estructura débil o incluso con la presencia de alguien que aún lo usara. Decidió cerrar la puerta y esperar al día siguiente, pidió a un amigo que pudiera acompañarlo a inspeccionar el sitio.
Cada hallazgo nuevo genera más preocupación
Hasta el momento, Daniel solo ha compartido que lo encontrado en el cuarto junto con su amigo ha sido desconcertante.
El mal estado del cuarto secreto, y la poca iluminación, lo ha obligado a ir descubriendo poco a poco lo que se encuentra en este lugar.
Pero lo más preocupante, es que Daniel adelantó que lo más probable es que este cuarto, tenga una conexión con el interior de la casa, pues han detectado corrientes de aire, y alguna basura acumulada, no ha permitido inspeccionar bien algunos rincones.
Esta historia aún se está desarrollando. Pronto habrá más información sobre lo que Daniel descubra en los próximos días…
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